viernes, 27 de septiembre de 2013

La cuarta: la malvada y yo.

Esto ya es otra cosa, por fin veo resultados claros, incuestionables. He perdido desde mi última malvada báscula 2,200 gr., y en total desde el principio del método 3,100, de los cuales más de dos kilos son de grasa. Ahora sí me lo creo.

Y eso que me cuesta trabajo creérmelo, porque no he cambiado salvajemente lo que comía. Ha sido como un reajuste, como si de repente las piezas que sobraban en un sitio y faltaban en otro, al ser recolocadas, hacen que el puzle cuadre, y la máquina funciona.

Tampoco quiero olvidar otro gran beneficio añadido a la pérdida de peso, y es la pérdida de ansiedad. Es sentarme a comer tranquilamente, sabiendo que voy a comer lo que necesito, ni más ni menos, y que cuando termine de comer estaré saciada y no voy a volver a pensar en comida hasta tres horas después, cuando me toque. No necesito una tremenda fuerza de voluntad al pasar por las pastelerías ni nada de eso, porque no tengo hambre, y porque tampoco me apetece tanto comerme cualquier cosa a cualquier hora, como antes.

Tampoco salgo por ahí de fiesta sufriendo por si me paso y lo echo todo a perder, de momento ya he salido airosa de tres ocasiones de las que se suponen que tiran al cesto la dieta de cualquiera (la feria, mi cumpleaños y la comida con las amigas...) y he podido reajustar los días previos y posteriores para que no haya consecuencias, lo cual todavía me relaja mucho más.

En el fondo me recuerda a cuando dejé de fumar, a esa libertad que disfrutaba cuando ya no tenía que acordarme de ir encadenada al paquete de tabaco y el mechero, o contando los que me quedaban para comprar antes de que se acabara, o planificando los paquetes antes de irme de viaje.


Estoy muy contenta. El plan de medicadiet funciona, es real y funciona.

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